miércoles, 17 de junio de 2015

Sectarismo viene de Secta

En su segunda acepción la RAE define al Sectario como intransigente o fanático. Por otra parte un sectario, por lógica, es el componente de una Secta, vocablo que, para la citada RAE, corresponde a tres definiciones:
1. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia o independiza de otra
2. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica
3.Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que se considera falsa 
Descartaremos la tercera porque en estos asuntos la consideración de verdadero o falso no es objetiva, a mí la Religión Católica, y las religiones en general, me parece falsa,  mientras que para un creyente sus dogmas son verdad revelada. Con ese descarte y tomando como base lo que dice nuestra Real Academia Española bien podíamos definir a un sectario como a aquel seguidor intránsigente, o fanático, de una parcialidad religiosa que se ha diferenciado o independizado de otra.
Con esta definición en la mano, y cada vez más reforzado por el éxito en las urnas,  se va apreciando un cada vez más acusado sectarismo en el núcleo dirigente, y que dirige con mano férrea, ese nuevo partido llamado PODEMOS. Que los dirigentes de PODEMOS, muchos o algunos de ellos, proceden de Izquierda Unida es archiconocido, no solo Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero han tenido diversos grados de vinculación con Izquierda Unida, sino que otro destacado dirigente, Rafael Mayoral, ha formado parte, conmigo, del Comité Central del Partido Comunista de Madrid hasta poco antes del último Congreso del mismo, órgano desde el cual nos regalaba estupendos, y muy bien construidos, discursos a los que solo les faltaba la conclusión, que posteriormente conocimos: cerremos este Partido y fundemos otro. La otra condición de sectario, la del fanatismo y la intransigencia nos retrotrae, al menos a mí que tengo edad para ello, al principio de los años ochenta, cuando el PSOE, despues de haber laminado electoralmente a los comunistas, a todos los comunistas y no solo a los del PCE, lanzó la idea estratégica de la casa común de la izquierda casa que era, naturalmente, ellos mismos. Y lo hacía desde unos supuestos regeneradores de la sociedad , el cambio, y con una actitud que oscilaba entre el menosprecio y la benevolencia piadosa: Los comunistas habeis luchado mucho y se os agradacen los servicios prestados, pero ahora las cosas son de otra forma y aquí [en el PSOE] nadie os va a preguntar de donde venís. Exactamente los mismos argumentos con los que, a día de hoy, los máximos dirigentes de PODEMOS intentan justificar, sin demasiado éxito, su afirmación de que la Unidad Popular son ellos, y sólo ellos. Si aquella posición del PSOE nos pareció, a mi me pareció, sectaria y prepotente, a día de hoy, en este aspecto, no he cambiado de criterio.
Sin embargo soy consciente de la realidad circundante, y en ese contexto, en la necesidad de configurar una alternativa viable al sistema, apuesto, decididamente  por la Unidad Popular. Y en esa Unidad, sin apriorismos, hemos de caber todos, con nuestros análisis y nuestra mochila, y quien, sea quien sea y, a lo mejor, en algún momento, lo hemos sido nosotros, pretenda constituirse como epicentro mismo del proceso estará dando muestras de un irresponsable e insoportable sectarismo.

No hay comentarios: