viernes, 23 de mayo de 2014

Reflexionando

Hacía tiempo que no tenía, o no sentía, la necesidad  de escribir en esta bitácora, sin embargo los acontecimientos de este fin de semana me invitan a reflexionar en voz alta.
 Aunque pueda parecer increíble, emocionalmente me afecta más lo que pueda ocurrir en Lisboa, el sábado, que el resultado de las urnas el domingo, aún reconociendo que es más importante lo segundo que lo primero.  El mundo interior de las emociones de cada cual es como es y no tiene porque buscarse justificación alguna y yo, y no tengo ningún pudor en reconocerlo, tengo un alto grado de angustia en relación con el partido que juega el sábado mi Madrid contra esos. Sinceramente hubiera preferido que la final hubiera sido contra el Chelsea aun considerandóle mejor equipo y aquí pesa, en gran medida, mi egoísmo, nunca he ocultado, sin dejar de reconocer sus defectos, mi simpatía por Mourinho , gracias a él nos quitamos un cierto complejo de inferioridad y recuperamos un mensaje esencial del madridismo: lo importante es ganar, como se gane es lo de menos -esta máxima es fácilmente trasladable a la política: lo importante es tomar el poder, el método es secundario, por eso para mí ser madridista y comunista básicamente, en lo metodológico, es lo mismo. Pero es que además en mi entorno no hay ningún simpatizante del equipo de Londres, mientras que tras la consecución de un título de liga, gracias, todo hay que decirlo, a la dimisión de los dos grandes que no han llegado a los noventa puntos cuando en años anteriores con noventa y nueve quedabas segundo, se ha producido una impresionante salida del armario futbolística, de manera que conocidos y compañeros, a los que jamás habías oído hablar de fútbol toman aspecto de presidiarios con rayas transpuestas embutiéndose en un ridículo uniforme, y pretenden, con escaso éxito, sentar cátedra relatando las andanzas de algún presunto jugador, con cara patibularia, sin más recursos competitivos que una amplia exhibición de prácticas más próximas a la capoira que al fútbol propiamente dicho. No quiero pensar que ocurriría si se perpetrara la gran injusticia, algo improbable pero posible. Creo que no me quedaría otro remedio que pedir asilo político en Corea del Norte para preservar mi salud mental.
El domingo, por contra, nos jugamos mucho más de lo que parece, incluso más de lo que nos jugamos el sábado, hay quien afirma, y yo estoy absolutamente de acuerdo, que el fútbol es la más importante de las cosas que carecen de importancia, aunque, como he escrito en el párrafo anterior, emocionalmente puedan parecer lo contrario. Estas elecciones, por su circunscripción única y porque, aparentemente, no tienen repercusión interna, tienen unas características que las diferencian de las municipales, regionales o generales. Por ser de circunscripción única, los resultados responden bastante bien a la proporcionalidad minimizándose en gran medida la distorsión que que produce el método D'Hont . Por no tener una traslación inmediata a la acción de gobierno puede dar lugar a votos de castigo a listas que, en condiciones normales, no obtendrían demasiado apoyo y aquí, para evitar suspicacias, cabe recordar los tres diputados que obtuvo, en su día, la Agrupación Ruiz-Mateos. Estos elementos van a ser importantes a la hora de, tras el recuento, hacer un análisis objetivo y sacar conclusiones de cara al futuro. Pero, antes del domingo, y pase lo que pase sea cual sea el resultado, ya hay una serie de conclusiones que podemos extraer:
Aquellos, a tenor de las encuestas que, tozudamente, siguen dando a PP y PSOE la amplia mayoría de votos, aunque en menor medida, que consideraban al régimen irreversiblemente en crisis, estaban, y están, equivocados, el bipartidismo y la monarquía siguen siendo muy fuertes, aunque no cabe duda de que las movilizaciones lo han deteriorado.
Izquierda Unida ha demostrado ser la única fuerza política de la izquierda con voluntad de integración plural, y los que no han querido sumarse a ese proceso, y lo disfrazarán como quieran, no lo han hecho porque estaban en un proyecto no unitario, en algunos casos con una fuerte carga personalista con un, para algunos,  no para mí, sorprendente eco en unos medios aparentemente de izquierda con accionariado de derecha.
Convendría detenerse en el análisis que se propone en este artículo, por más que a algunos no les emocione.
En definitiva, estoy convencido que el domingo, una cierta izquierda estupenda, votará por el Rodolfo Chiquilicuatre de turno. Aquella operación mediática, que llevó a un actor a Eurovisión, parece tener continuación. Me preocupa su recorrido porque no es lo que parece.

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