jueves, 13 de junio de 2013

Aportación a la Reflexión

Mi amigo, compañero, camarada y compañero Iván García Vacas desde Moralzarzal ha escrito, en relacioón con mi entrada "El reto de la izquierda" lo siguiente:

Creo que estamos cayendo en visiones demasiado electoralistas de la
realidad cuando IU ni está subiendo en una medida desorbitada, ni estamos
convirtiéndonos en una fuerza política ni mucho menos hegemónica. No
tenemos grandes plazas taurinas (ñec, mal ejemplo en esta organización) en
nuestros gobiernos y ni siquiera hemos recuperado por ahora alguna de
ellas como la histórica Córdoba, solo sustentamos nuestro poder si quiera
municipal en el bastión de San Fernando o Rivas. Esta es la única realidad
y lo demás encuestas en las que el margen fluctúa y que más allá o más acá
ni disputamos el poder institucional al PP y, ni mucho menos, a la alianza
PP+PSOE+nacionalistas conservadores y demás fuerzas centralistas de
diferente índole nacionalista españolista. Para resumir, ni somos Syriza
ni estamos en su realidad electoral (por ahora)

No tenemos por tanto, pruebas reales que permitan conocer una rivalidad
entre la derecha política y una débil IU+resto de fuerzas políticas de
izquierdas, aunque cabe matizar el ascenso de AGE, ERC o Bildu, no
entendiendo yo su poder en su discurso nacionalista progresista o por su
progresismo nacionalista ¿dónde poner el burro y dónde poner la zanahoria?

Ante un débil ascenso en las encuestas lo que si veo en muchos
compañeros/as es el nerviosismo del niño con el pastel en la puerta,
subimos un poco en las poco fiables encuestas y ya caemos en creer que la
mitad del trabajo hecho, pues bien ni somos un poder político con
capacidad de transformación (por el momento), ni tenemos bases para crear
ese poder (por el momento), ni siquiera somos un grupo nuclear en el que
orbiten otros poderes (por el momento).

Estamos en fase de construcción en muchos casos (los mejores) y aun más,
en fase de deconstrucción en algún caso como el de IU-CM, con una
organización con pocos militantes, muchos líderes y demasiadas rivalidades
de medio pelo.

Que estamos mejor políticamente que hace 5 años es una evidencia, en esos
momentos eramos casi extraparlamentarios y más divididos a nivel regional
y federal, si cabe, y además no había movimientos sociales con la
capacidad de la PAH o las muestras de poder ciudadano como el 15M que
entre otras cosas demostró su capacidad de decir NO a una sentencia
judicial injusta y ver que no pasaba nada cuando el poder está de tu lado
(de la calle, demostrado en miles de personas en la Puerta del Sol en la
jornada de reflexión) ¿para que puede valer? 1º como elemento pedagógico
de poder popular, a medio plazo está todavía por ver. Es mucho desde hace
5 años y es poco por el momento.

Pero efectivamente yo también digo lo que digo y no otra cosa. Y por
resumir: es que la transformación sin herramientas de transformación es
una tarea realmente complicada. IU puede ser útil o puede que no, si no
demuestra estar más a la altura de las circunstancias, si no hay muestras
de generosidad por parte de los polos enfrentados de la organización y si
no ponemos las necesidades populares por delante de las necesidades
burocráticas.

El ejemplo traído del PCI es realmente interesante, porque como marxistas
debemos analizar la realidad y no hacer predicciones de un pasado que no
fue y haciendo una revisión ideal de una cosa que no pasó, es decir, EL
PCI se fue y Rifundazione, que en algunos momentos ha tenido una mayor
representación que IU, está como está, es decir, no es que no haya
izquierda organizada en Italia, que si que la hay, es que una organización
como el PCI maniobró como maniobró y dejó las huellas que dejó en la
sociedad, que es muy diferente a decir que con el PCI se estaría mejor, no
es ni similar el análisis, es más, yo opinio que la realidad italiana en
estos momentos es en parte responsabilidad del PCI que se fue en su
descomposición irresponsable, entre otras cosas, agrediendo a futuribles
aliados a su izquierda.

¿Puede ser que IU sirva para perder esperanzas depositadas en ella con
futuras maniobras suyas, propias e internas? Puede que si, puede que
tengamos un futuro errático como el del PCI y hagamos más llevadero el
bipartidismo aun con otras siglas Ciudadanos, UpyD,... si hacemos que la
ciudadanía más consciente pierda sus últimas esperanzas en la izquierda
organizada y esa realidad está en parte en nuestras manos, en nuestras
maniobras políticas como organización y como militantes a corto y medio
plazo.

Creo que como comunistas tenemos una gran responsabilidad en estos
momentos, estamos obligados a crear estructuras de poder popular abiertas,
inclusivas, democráticas y participativas. Estamos obligados a ondear la
bandera de la izquierda transformadora, estamos obligados a crear un
Bloque Social Alternativo (que será IU o será UI o UU o II...) estamos
obligados a bajar al lodo y juntarnos con compañeros de diferentes siglas
y diferentes movimientos y sin siglas ni movimientos para crear esas
estructuras de poder popular que estarán por encima de las siglas actuales
aunque por ahora, como es lógico, nadie desprecia las suyas. Pero no
trabajamos para la herramienta, trabajamos para la transformación que ni
es lo mismo y que en algunos casos como ha demostrado el caso italiano es
muy diferente que la herramienta.

Los comunistas queremos la transformación al socialismo y nuestra honradez
política debe ser ejemplo hacia los demás como siempre ha sido y como
deberá seguir siendo si queremos ser más y mejores.

Caminemos con los demás para esta transformación, rechacemos las
burocracias de IU y del PCE y del resto de nuestras organizaciones,
abramos puente de colaboración con los compañeros de nuestras
organizaciones y del resto de organizaciones, rechacemos el sectarismo y
la explosión de nuestras organizaciones en alardes de extremismos
izquierdistas, trabajemos más que nadie por esto para ser ejemplo, seamos
audaces y valientes como siempre hemos sido los comunistas, dejémonos de
derrotismos y personalismos, creemos y trabajemos en plataformas,
coordinadoras,... seamos hegemónicos políticamente, co-lideremos el
desencanto y construyamos con los demás el poder transformador.

El momento actual es crucial y apasionante y los comunistas con las demás
gentes de izquierdas tenemos que asumir (y también en nuestras
estructuras) la importancia del momento histórico que puede liberarnos o
sumirnos en una pesadilla muy larga en el tiempo.

No quiero compañero que lo que digo sea entendido dentro de un discurso
buenista, ni mucho menos, hay ejemplos de palos en las ruedas constantes
en nuestras organizaciones y debemos asumir su denuncia como un deber,
todos en principio construimos pero a muchos se les ha pasado el tiempo de
dirigir el cambio que ya en otras ocasiones se han mostrado incapaces,
pero construyendo alternativas.

Y sobre todo, huyamos de vanas esperanzas en forma de encuesta que se
pueden diluir fácilmente con otra encuesta posterior más perjudicial, solo
la creación de fuertes lazos de solidaridad y poder popular valen como
camino, el resto es perderse en laberintos llenos de faunos.... y no me
enrollo más.


No he tocado una sola coma.

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