miércoles, 6 de marzo de 2013

Semana Grande

El espía otomano opina:
La muerte del comandante Chávez borró anoche la cara de felicidad incontenible que tenía el dueño de esta bitácora al finalizar el Manchester United- R. Madrid. Por eso va a ser este espía, que presume de conocerlo muy bien, sobre todo en lo que a fútbol se refiere, el que comente estos felices días de invierno. Como por otra parte, siempre refiriéndonos al fútbol, nuestros gustos y opiniones son en gran medida coincidentes no parece ser una tarea en exceso complicada.
Llevan los madridistas un temporada compleja y convulsa que no ha correspondido a las expectativas creadas en la temporada anterior. Todo el mundo daba por hecho que esta iba a ser una temporada tranquila en lo local con un Barça en retirada tras la marcha de Guardiola. Y el primer torneo de la temporada, la Supercopa así parecía avalarlo. Error, y grave. Los blancos comenzaron la liga con una melopea importante, producto a mi juicio de varios factores. Una pretemporada insuficientemente consistente y sin incorporaciones de reseñar, el fichaje más importante Modric no la hizo y se ha notado a lo largo de lo que llevamos de temporada. Una importante serie de bajas Lass Diarra, Sahin, Granero que han afectado al centro del campo, un centro del campo, en su aspecto creativo, excesivamente dependiente de Xabi Alonso, que no ha estado a su mejor nivel. Aparecieron las lesiones en jugadores importantes como Marcelo, Pepe y más recientemente Casillas. También hay que reseñar una cierta indolencia o prepotencia de una parte de la plantilla junto a la baja forma de jugadores importantes como Di Maria, Higuaín o Benzema con un Kaká siempre bipolar. Sólo un CR7 que podríamos calificar de imperial, el mejor jugador, en estos momentos de la Liga Española (no tengo conocimiento suficiente del resto de las Ligas del mundo), ha sujetado al equipo. Y eso le califica como jugador histórico, un jugador con capacidad de echarse un equipo a los hombros, como Maradona, Cruyff, Pelé o Di Stéfano. Y si alguen echa en falta a Leo Messi sepa que es una omisión perfectamente justificada. A juicio de este espía, que algún partido de fútbol ha visto en su vida, el argentino es un jugador excepcional, probablemente el mejor con el balón en los pies, pero con un físico que no le acompaña, aunque la sobreprotección arbitral le ayude, y sobre todo con la necesidad imperiosa de que el equipo se ajuste a sus necesidades. Tampoco Mourinho ha estado, a mi humilde entender, demasiado afortunado provocando algún incendio innecesario. En ese estado de cosas, con derrotas en Getafe y todas las de Andalucia, dos de Sevilla, Granada y Málaga, se ha plantado el Madrid en dos eliminatorias que no empezaron bien. En la Copa contra el Barça y en la de Europa contra el Manchester United, con idéntico resultado en el partido de ida en el Bernabeu,1-1. Todo parecía encaminarse hacia la catástrofe, sin embargo el gran Madrid se presentó inopinadamente. En el Camp Nou desarboló a un desconocido Barça y en Old Traford épica remontada un tanto oscurecida por la, a mi juicio, excesivamente rigurosa expulsión de un jugador inglés, aunque estoy seguro de que el resultado hubiera sido el mismo sin esa circunstancia. En el medio, el sábado pasado, un inmenso tostón Madrid-Barça que los blancos salvaron con facilidad a pesar de las voces que ven penalty en un infumable piscinazo de Adriano. En definitiva una semana grande para el madridismo que, una vez perdida la la liga, salvo catástrofe impensable, tiene todavía muchas cosas que decir.

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