jueves, 24 de enero de 2013

Recuerdo

Tengo perfectamente grabados, en mi retina y en mi corazón, aquellos días. Yo no militaba en el PCE en aquellos momentos, en el PCE, entiéndase, que llamábamos carrillista y que por más que me pesara era el mayoritario y oficial,  pero sentí aquella agresión como propia. Recuerdo nítidamente la angustia sufrida, recuerdo la rabia contenida del cortejo que acompañó a los féretros.Hacía pocos meses, en mayo del 76, habíamos celebrado, orgullosamente puedo decir que participé activamente en su organización, en la Universidad Autónoma de Madrid, el Festival de los Pueblos béricos, hoy injustamente olvidado.

 
¡Quediferencia de ánimo entre aquel día de mayo, y este frio día de enero! Aquel día tomé conciencia de la situación, el franquismo no estaba muerto y acabar con él no iba a ser fácil, algunos pensamos, y creo que fundadamente, que, de hecho, nunca acabamos con él, y que sus herederos ideológicos, y en muchos casos de sangre, disfrazados de demócratas siguen en el poder, un poder que nunca han abandonado.
¿Qué fue de los asesinos? Nunca acabó de esclarecerse, a juicio de la acusación, la verdadera autoría intelectual de los asesinatos, y los condenados como autores materiales tuvieron distinta suerte. Uno cumplió un condena de apenas quince años, otro ni siquiera llegó a ser juzgado y consiguió huir a Paraguay o Brasil, sin que yo tenga constancia de que ninguna Asociación de Víctimas haya puesto el grito en el cielo. En cualquier caso los crímenes han prescrito
Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Ángel Elías, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo, su recuerdo siempre nos alimentará el ánimo. Sin olvidar a Luis Ramos, Miguel Ángel Saraiba, Alejandro Ruiz y Dolores González milagrosos supervivientes de la matanza.

No hay comentarios: