sábado, 10 de diciembre de 2011

El miedo es libre

La semana pasada, y hasta ahora no lo he mencionado porque otros lo han hecho mejor que yo, un grupo de impresentables alpedreteños: neonazis, fascistas, patriotas ¡que más da! en cualquier caso basura, intentaron boicotear la presencia de Guillermo "Willy" Toledo en mi pueblo, Alpedrete . No lo consiguieron, a pesar de que alguna sugerencia del que comandaba las Fuerzas Orden Público, invitaba a suspender el acto. En algunos momentos sentí que rejuvenecía un monton de años, cuando frente a mí, y junto a las Fuerzas de Orden Público enviadas con la misión de proteger, y está más que claro que cumplieron con su misión de proteger, los enmascarados, a quienes las protectoras Fuerzas de Orden Público habian filiado previamente, vertieron toda clase de insultos y amenazas: ¡Bastardos, Hijos de Puta, vais a sentir miedo toda vuestra puta vida (nótese el redundante uso de la palabra puta que pone de manifiesto su notable pobreza terminológica), recogidos en la denuncia por mi interpuesta en el Cuartel de la Guardia Civil de Collado Villalba. Junto a ese puntual rejuvenecimiento, más emocional que físico desgraciadamente, experimenté muchas sensaciones pero ninguna de temor o miedo.
Sin embargo, hoy sábado 10 de noviembre de 2011, me he levantado con miedo, y es que hoy es uno de los partidos del siglo de la temporada y el último de esta temporada. Y tengo miedo. Entre los madridistas se ha instalado una euforia que yo no comparto en absoluto, de hecho ganar por la mínima sería un excelente resultado, para mí, y empatar no sería malo. Recuerdo muchas ligas ganadas por mi Madrid, en las que no ganamos al Barça ninguno de los dos partidos. Tiene muchas armas este Barcelona, la más importante es que tiene detrás a todo un país, todo un pueblo, para él que cada triunfo culé, sobre la bestia centralista fundamentalmente supone un desagravio a Rafael de Casanova y Comes, el gran Manolo Vázquez Montalban definió al Barça como el ejército inerme de Cataluña . Yo me conformo que se den unas pocas circustancias:
- Se considere el fútbol como un deporte de contacto en el que aspavientos y exageraciones deben ser objeto de sanción (Ángel di María ya ha podido comprobar lo poco que gustan estas memeces en el Bernabéu)
- No se sancione con tarjeta roja el mirar mal a Messi, un grandísimo jugador que tiene que contar con el hándicap de su limitado físico.
- Se midan con el mismo rasero las entradas a todos los jugadores, incluido Cristiano Ronaldo.
Así el fútbol dictará sentencia. Y fútbol por fútbol puede ganar cualquiera.
Yo tengo miedo, y el miedo es libre.

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