viernes, 20 de agosto de 2010

Entre Jiménez y Gómez

Me quedo con Gregorio Gordo, sin dudarlo. Y no voy a decir, porque sería absurdo, que no me importa lo que digan las encuestas sobre su grado de conocimiento. Claro que me importa. Es importante pero nunca será determinante. Y si es poco, que es posible, habrá que intentar que aumente, trabajar en ese sentido. Pero no porque haya que destacar su perfil humano, indudable, su belleza física, más que discutible, o sus preferencias futbolísticas, manifiestamente mejorables, sino porque representa un programa y una política: la única política de izquierda factible en la Comunidad de Madrid.
Trabajar en cualquier otro escenario, construyendo futuribles basados en posibles pactos para desalojar al PP y a Esperanza Aguirre es perder el tiempo. Y si se produce ese escenario ya veremos que pasa, programas mediante, pero ese no puede ser nuestro objetivo, el mio desde luego no lo es, yo no pienso dedicar ni un minuto de mi trabajo político en favorecer el triunfo de la señora Jiménez o del señor Gómez, menos aún, claro está, la de la señora Aguirre. Cualquier resultado electoral que no conduzca al cumplimiento del programa de IUCM,al menos en sus aspectos esenciales, o lo que es lo mismo a que IUCM, electoralmente hablando porque en la práctica cotidiana ya lo es, se constituya en el referente de la izquierda real, y la traducción no puede ser otra que la llegada del compañero Goyo a la presidencia de la Comunidad de Madrid, cualquier resultado electoral, repito, que no nos conduzca a ello habría que analizarlo como un fracaso. Como fueron fracasos los resultados electorales de las generales de 2004, por más que supusiera la derrota del PP, y del 2008, y si se me apura fracasos fueron todos desde el 15-J-77. Si establecieramos un paralelismo futbolístico, la campaña del Madrid, en la Liga, con sus noventa y tantos puntos y sus ciento y pico goles, fue un fracaso ya que acabó el primero de los últimos, y todo lo que no sea ganar, sin matices, es perder. No me encuentro entre los que consideran una victoria, ni siquiera menor, el acceder a un gobierno municipal o autonómico, en minoría, si acaso, en un alarde de optimismo, puedo llegar a considerarlo el menor de los males. Pero, cuidado, que nadie haga lecturas maximalistas de mis posiciones porque no lo son en absoluto. No contemplo ningún cuadro apolíptico si se produce un revés electoral que, sinceramente aunque haya quien no me crea, no espero. La experiencia, un poco la mía personal pero sobre todo la colectiva, que también hago mía, de tantos años de movimiento comunista internacional, con aciertos y fracasos, me ha enseñado que ninguna derrota es definitiva, ni ninguna victoria. Si la velocidad de la luz es la única magnitud física con valor absoluto, trasladándonos a la sociología política podemos afirmar, también como valor absoluto, y puede que el único, que Mientras existan clase sociales habrá lucha entre ellas y en ese marco de lucha de clases, yo creo tener claro cual es mi trinchera. Al día siguiente de las elecciones tendremos un marco político que habrá que analizar pero no antes. Y a aquellos que se reclaman de izquierda, uno se pregunta en muchas ocasiones el porqué de tamaño desatino, pero hacen política de derecha, hay que dejarles muy claro, pero que muy clarito, que las cuentas tienen que hacerlas con sus resultados, y que las futuras elecciones al parlamento madrileño no son un cara a cara entre la señora Aguirre y quien considere el PSM-PSOE.
Con este análisis debe quedar claro que a nosotros tiene que importarnos exactamente un pepino, por ser educado, quien será el primero de la lista del PSM-PSOE. En primer lugar, y no voy a entrar, porque se cerró en su momento, en el debate sobre la idoneidad de la las primarias para elegir candidatos, aunque mantengo, por más que le extrañe a mi colega otomano, lo que defendí en la VIII Asamblea Regional, el proceso que esta viviendo el PSM-PSOE con la confrontación entre Jiménez y Gómez, dista mucho de lo que nosotros defendemos como un proceso de debate interno, de ideas, programas y estrategia, para acercarse al modelo norteamericano de primarias. Un modelo ni ideológico ni político, basado en criterios de marketing y fotogenia, con elemento referencial en encuestas de relativa fiabilidad. ¿Que diferencia e estos dos aspirantes?Poco. Casi nada. La ministra asiste con criminal impavidez al proceso por el cual Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, con dos ovarios y una notable dosis de chulería, falsamente madrileña, privatiza la Sanidad Pública Madrileña. ¿Conoce la ministra la ley 15/97? ¿Qué opinión le merece?. En cuanto a la política fiscal del ex-alcalde de Parla , mejor no hacer comentarios. Responden ambos a ese perfil vagamente progresista, con cierta capacidad para tomar decisiones, que compartimos, apaludimos y apoyamos, en el terreno social, pero que difícilmente encajarían en la izquierda burguesa, y más difícilmente como, clásicamente, socialistas o socialdemócratas. Si se produjera el improbable, y para mi radicalmente indeseado, escenario en el que el PSM-PSOE se constituyera en minoria mayoritaria, es decir con más escaños que el PP, reproducirían lo que en la carrera de San Jerónimo llaman política de geometria variable , un eufemismo tras el que ocultar su estrategia de pactar con la derecha, que aquí bien pudiera ser UPyD. Y en cualquier otro escenario que no presente una mayoria absoluta del PP, harían todo lo posible por minimizar el peso de la izquierda real, el nuestro. No inventan nada, lo ha hecho el SPD alemán con Die Linke . Pero esto es hacer lo contrario de lo que predico al pedir que no se contemplen posibilidades diferentes de nuestro triunfo electoral. Olvidémoslo.
El único voto útil de la izquierda es el voto a IUCM. Este es nuestro mensaje. Es el que debemos transmitir.

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